sábado, 6 de junio de 2009

Maldita Nerea en el Hotel Villava


Maldita Nerea en el Hotel Villava


"El secreto de las tortugas", es el primer single de este nuevo trabajo y que sirve de título al mismo. Una canción arrolladora que sin duda supone un antes y un después en la historia de Maldita Nerea, porque define perfectamente la propuesta de esta nueva etapa: no temas ir despacio, teme no avanzar.MALDITA NEREA se creó en Murcia en el año 2000. Después pasar un tiempo dando conciertos en pequeñas salas, la multinacional Universal Music se interesa por ellos y publica, en octubre de 2003, su álbum debut, "Cuarto Creciente". Comienza así, la andadura de Maldita a nivel nacional.

Con este disco consiguen sonar en las emisoras más importantes del país, participar en diversos programas de televisión y recorrer multitud de ciudades presentando su trabajo en directo, incluso compartiendo escenario con artistas de la talla de Alejandro Sanz, Maná o Juanes.

Es así como Maldita Nerea se va creando un sitio dentro del panorama pop nacional, congregando cada vez a mayor número de seguidores y demostrando que quien escucha su música, se engancha irremediablemente a ella.

Perseverancia, ganas de superarse y fe en sí mismos han sido las claves de su éxito.

Casi cuatro años después de la publicación de su primer disco, y tras algunos cambios en la formación, editan su segundo LP, "El secreto de las tortugas". Diez certeras canciones que no pretenden sino poner las cartas sobre la mesa: pop de esmerada factura con melodías cercanas y textos muy elaborados.

La apuesta de Jorge y los suyos por este nuevo proyecto es total. Tras romper con antigua discográfica y haber podido comprobar de primera mano lo que supone trabajar dentro del mundo de la industria musical, Maldita Nerea decide emprender una nueva etapa y dar un giro de 180 grados a su carrera. Para ello, optan por la autoedición, junto a su oficina de management en esta nueva andadura. Y no están solos: cuentan con el apoyo de miles de seguidores por todo el país."

-texto sacado de www.salatotem.com-

viernes, 5 de junio de 2009

1er Concurso de Relatos Hotel Villava: Hotel Amanecer Feliz

A continuación damos paso a un relato de Jesús Fornis, muchisimas gracias!!!

HOTEL AMANECER FELIZ

–Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?
–Hola, tenía una reserva para la habitación “Mi mujer me ha dejado y necesito recuperar la ilusión por vivir”. Mi nombre es Ismael Martín.
–Sí, aquí está. Pagó usted por adelantado. Una noche, ¿verdad?
–Sí, así es.
–Muy bien, enseguida le acompañarán a su habitación.

El recepcionista pulsó un timbre. Instantes después, un botones de rostro imberbe y pecoso apareció de la nada.

–Rodri –dijo el recepcionista–, acompaña al Sr. Martín a la habitación “Mi mujer me ha dejado y necesito recuperar la ilusión por vivir”, y avisa a su animador personal, por favor.

El botones asintió. Cogió la llave y la maleta, y se dirigió a las escaleras. Cuando llegaron a la habitación, el joven abrió la puerta y puso la palma de su mano hacia arriba. El Sr. Martín se la estrechó y entró cerrando la puerta tras de sí.

Aparentemente la habitación no tenía nada especial. Su decoración consistía solamente en una cama de matrimonio, un pequeño escritorio y dos bodegones clásicos. Lo único que rompía aquella austeridad era una televisión de plasma de 40’’. El Sr. Martín se sentó en el borde de la cama y la encendió.

Media hora más tarde alguien llamó a la puerta. El huésped abrió y se encontró con un joven caribeño que estaba bailando salsa sobre la moqueta del pasillo.

–¡Hola compañero! Mi nombre es Nelson, bienvenido al hotel Amanecer Feliz. Yo seré su animador personal las próximas horas. Me encargaré de traer de nuevo la ilusión y la alegría a su vida. ¿Cómo se encuentra?

–Mal, me quiero morir.

–Eso no es problema con Nelson. Nelson se lo soluciona. Ya verá que bien se despierta mañana. Pensará que todo ha sido una pesadilla. Pero siéntese, siéntese, y prepárese para disfrutar.

El animador hizo un gesto con la mano y por la puerta entró un hombre disfrazado de James Brown. Le seguía un grupo de músicos.

–I feel good –comenzó a cantar– ohhhh I feel good

El hombre movía espasmódicamente la cadera mientras cambiaba el micro de mano una y otra vez. Nelson continuaba con su ritmo caribeño y el Sr. Martín seguía, boquiabierto, el espectáculo.

Cuando terminó la canción, Nelson se acercó hasta el huésped.

–¿Mucho mejor, verdad?
–Esa era la canción favorita de mi mujer.

Nelson hizo un gesto y James Brown salió de la habitación. Entró, en su lugar, un hombre disfrazado de Elvis.

–¿No irán a cantarme “You were always in my mind”, verdad?

Nelson hizo un nuevo gesto y Elvis desapareció.

–Volveré –dijo el animador, y salió de la habitación llevándose al grupo de músicos.

No habían transcurrido dos horas cuando volvieron a llamar a la puerta. Nelson entró, esta vez, transportando un carrito de comida. Fue levantando una a una las campanas que cubrían los platos.

–Centollo, nécoras, cigalas, vieiras y almejas. ¡Una estupenda mariscada para que olvide usted sus penas!

Los ojos del Sr. Martín se llenaron de lágrimas.

–Fuimos a Galicia en nuestra luna de miel. A ella le encantaba el marisco.

El animador volvió a tapar los platos y se marchó sin mediar palabra.

Llegó la noche. El Sr. Martín consultaba la programación televisiva cuando Nelson entró nuevamente en la habitación, esta vez sin llamar.

–Relájese, siéntese y disfrute. Esto si que le levantará el ánimo, amigo mío.

Tras él pasaron dos mujeres exuberantes. Una rubia y de pelo largo, vestida de policía y otra alta y pelirroja, disfrazada de enfermera. Nelson encendió un equipo musical portátil y las mujeres empezaron a desnudarse al ritmo de “You can leave your hat on”.
Primero, y sin dejar de bailar, se quitaron los trajes. Después, la lencería fina. Una vez desnudas, dedicaron un último contoneo sensual al Sr. Martín, quien no perdía detalle de sus movimientos. Nelson apagó la música.

–¿Y bien? –preguntó– ¿Mucho mejor, no?

Al Sr. Martín le empezó a temblar la barbilla, se le enrojecieron los ojos y le brotaron las lágrimas.

–La rubia es igualita a mi mujer, y la pelirroja me recuerda a su hermana –gritó entre sollozos.

Nelson tendió dos albornoces a las mujeres y un pañuelo al huésped.

–No llore, hombre, no llore.

El Sr. Martin se incorporó de la cama de un salto.

–Ya está. Voy a acabar con todo –dijo–.

En tres zancadas se plantó en la puerta de la terraza y la abrió con determinación.

–¡Noooo! –gritaron Nelson y las chicas.

Lograron agarrarle a tiempo e impedir que saltara al vacío.

–¡Déjenme! –gritó– voy a poner fin a este sufrimiento.
–¡No lo haga, por favor, no lo haga! ¿Qué es lo que quiere? –gritó el animador– ¿qué es lo que quiere?

El Sr.Martín se giró y con gesto sobrio y sereno dijo:

–El reembolso del coste de la habitación más una indemnización de seis mil euros, por el daño moral irreparable causado.

Nelson soltó al huésped y respondió:

–Hablaré con el gerente.

A la mañana siguiente Ismael Martín abandonó el hotel con un cheque en la mano. Un deportivo gris le esperaba en la puerta. Una mujer rubia ocupa el asiento del conductor.

–¿Sabes, cariño? –dijo al subirse– la chica de ayer era idéntica a ti, pero igualita.

La mujer sonrió y pisó el acelerador.


Jesús Fornis Vaquero
Madrid

jueves, 4 de junio de 2009

Primer Concurso de Relatos Hotel Villava

Agradezco a todos el apoyo que nos estais dando en esta convocatoria, casi seguro que repitamos, porque ha sido todo un placer.
Se han presentado 32 relatos, casi todos de España (de todos los sitios!) y también nos han llegado de Bolivia, Argentina... todo un lujo; sí, estamos muy contentos de la participación, y de que dejéis vuestros opiniones sobre los relatos. Muchas gracias!!y que sean muchas más!!

Hotel Villava