domingo, 19 de septiembre de 2010

Relato: "El último deseo"

Relato perteneciente al 2concurso de relato del Hotel Pamplona Villava


EL ÚLTIMO DESEO


El anciano estaba en las últimas, pero, antes de morir, tenía algo muy importante que hacer.
-Quiero que me hagas un favor, hija.
-Si está en mi mano, procuraré hacerlo. Te escucho, papá.
-Llévame a la Plaza Mayor de mi ciudad natal. Será una visita breve, quizá no más de un par de minutos. Allí fue donde di y recibí mi primer beso de amor. La víspera de aquel día, el de mi primer beso, una muchacha sonriente se me acercó con una urna adornada con la figura de un niño hambriento que invocaba la generosidad del prójimo. Era tu madre. Después de charlar durante un rato, nos despedimos con un beso solidario hasta el día siguiente, el de nuestro primer beso amoroso, y qué beso. Para entonces, tu madre y yo ya nos habíamos entregado a la causa del otro, por siempre jamás.
-Es una conmovedora historia, papá; pero, en tu estado, no podrás soportar un viaje de más de quinientos kilómetros.
-Lo soportaré. Te lo prometo. Además, lo peor que me puede pasar es que me muera por el camino. Y te aseguro que eso no sería mucho peor que morirse aquí, en esta cama huérfana.
La hija contrató una ambulancia privada una hora después. Respetaba demasiado a su progenitor para no satisfacer su último deseo.
Al anochecer de ese día, llegaron a la Plaza Mayor de la ciudad natal del moribundo. Increíblemente, el anciano, que había hecho el viaje tumbado en una camilla, logró bajarse del vehículo por su propio pie.
-Ayúdame a arrodillarme, hija. Será sólo un minuto.
-¿Lo dices en serio, papá?
-Si me ayudas, sí.
La hija le cogió por la cintura, y el hombre, en un supremo esfuerzo, logró inclinar el tronco lo suficiente para depositar un largo beso en el pavimento.
-Ya podemos volver, hija mía.
-¿A la cama de tu habitación?
-A donde sea.
El anciano murió en la ambulancia, un metro antes de salir de la demarcación territorial de su localidad natal. Su último beso de amor había sido el primero. En el cielo brillaba la luna llena.





El autor de “El último deseo” es Salvador Robles Miras,