miércoles, 27 de enero de 2010

Villava lleva una guardería a Senegal

"Villava lleva una guardería a Senegal

LOS NIÑOS DE PALMARÍN-FACAO (SENEGAL) YA PUEDEN DISFRUTAR DE SU NUEVA GUARDERÍA, CONSTRUIDA GRACIAS A LA INICIATIVA DE LA ONG KALAO, A LA FINANCIACIÓN DE 13.000 EUROS DEL AYUNTAMIENTO DE VILLAVA Y AL TRABAJO DE LOS OBREROS SENEGALESES QUE HAN PARTICIPADO EN EL PROYECTO."




"PAMPLONA. IMAGÍNESE que vive en mitad del desierto, que cada día camina sobre arena, que no conoce lo que es una ducha y a duras penas sabe lo que es un inodoro. Imagine también que vive con menos de las tres cuartas partes del dinero con el que vive ahora, y suponga que los niños de ese lugar en el que desarrolla su vida van a la escuela exclusivamente a partir de los seis años. Una escuela que en realidad es una sala vacía medio derruida, cuyos cimientos se asientan en tierras inseguras y que no posee ningún tipo de infraestructura. Un lugar donde los niños con más suerte tienen una silla vieja para sentarse y donde los pequeños juegan diariamente con todo tipo de bichos, que hacen de ese espacio un sitio insalubre.

Si ha conseguido imaginar todo eso, ahora podrá entender por qué la construcción de una guardería nueva ha supuesto tanto para el poblado de Palmarín-Facao, situado a 45 kilómetros de Dakar (capital de Senegal) y localizado a orillas del océano Atlántico. Dicha construcción, hoy ya una realidad, fue una iniciativa que partió de la ONG Kalao, nacida en 2006 y dirigida por el pamplonés Joxean Sesma. "En 2005 realizamos nuestro primer viaje a Senegal. Aquel fue un viaje turístico en el que recorrimos una buena parte del país. Fue entonces cuando descubrimos las necesidades de esa zona y decidimos que queríamos ayudar. Y precisamente por esta razón, para canalizar dicha ayuda, creamos la ONG Kalao", rememora Sesma.

La idea de construir la guardería llegó tiempo después, cuando se dieron cuenta que en Palmarín era muy necesaria, puesto que la que ya existía era casi una ruina. "Inicialmente nuestra idea era reconstruir y mejorar la que ya estaba, pero vimos que iba a ser inútil porque remodelarla no iba a evitar que tuviera muchos fallos de construcción que necesitaban ser solucionados. Por eso al final optamos por ayudarles a construir una nueva", explica Sesma señalando la instantánea que por entonces realizaron al viejo edificio en el que estudiaban los niños.

CONSTRUCCIÓN

Guardería en tres fases

El proceso de construcción de la nueva guardería comenzó en 2008 con la gestión, en el propio país, de las autorizaciones correspondientes para su realización. Las dificultades no se hicieron esperar. "Tardamos bastante más de lo que pensábamos porque tuvimos que negociar mucho para conseguir las licencias. Surgieron tantos problemas que, de hecho, estuvimos a punto de abandonar. Pero justo 48 horas antes de marcharnos de Dakar con el dinero en los bolsillos tuvimos la suerte de conocer a la directora de la Agence Nationale de Cases de Tout-Petits, Madame Sow", cuenta el director de la ONG. "Le comentamos todos los problemas con los que nos habíamos encontrado y le dijimos que nos estábamos volviendo con el dinero íntegro en el bolsillo. A ello nos respondió diciendo que de eso nada, que ese dinero se iba a quedar. Y fue gracias a ella que pudimos ponernos manos a la obra", recalca Sesma.

La Agence Nationale se acabaría convirtiendo en la contraparte de la ONG en Senegal. Ellos son los que, desde la inauguración del nuevo local el pasado 21 de octubre, se están encargando de su gestión y de todos los temas relacionados con la contratación de personal o el equipamiento del aula. "Nosotros no disponemos de financiación suficiente para encargarnos del resto. Por eso, el mismo día de la apertura se realizó una rueda de prensa a a la que acudieron muchas familias, la directora de la Agence y las personalidades más relevantes de la Comuna de Palmarín. En el acto se hizo entrega de las llaves y se firmó un convenio de colaboración", señala el miembro de la ONG.

Pero no todo fue tan fácil como aparenta. La construcción de la guardería, que duró un año, comenzó en junio de 2008, a pesar de que en mayo ya habían obtenido la licencia. El motivo de dicho atraso fue la climatología, más concretamente las fuertes lluvias que impidieron que se pudieran construir los cimientos en las condiciones adecuadas.

Para iniciar la obra, necesitaron además una financiación que en un comienzo no disponían. Por esta razón, se enteraron de las subvenciones que el Ayuntamiento de Atarrabia-Villava ofrecía a proyectos solidarios y se acogieron a ellas. "Afortunadamente fuimos aceptados y en 2008 se nos otorgaron 8.000 euros. Con ellos pudimos comenzar a construir, la única condición que pusieron fue que los obreros fueran locales. Cosa que a nosotros también nos gustó", reconoce Sesma.

La construcción se planteó en tres fases. "En la primera íbamos a construir la sala principal, los baños, y el muro general que rodea la edificación. La segunda fase incluía la construcción de la cocina, el comedor y un despacho para la responsable de la guardería. Y la tercera fase abarcaba la construcción de una sala multiusos donde las madres de los niños pudieran realizar cursos de nutrición, primeros auxilios, etc", señala el director de la organización. El problema fue que la crisis también se hizo presente allí. "Los precios de los materiales utilizados, comprados en un 90% en Dakar, subieron bastante y el dinero que habíamos calculado inicialmente no nos llegaba para terminar la primera fase de la obra. El Ayuntamiento de Villava volvió en 2009 a hacer un esfuerzo ímprobo y nos concedió nuevamente una ayuda de 5.000 euros", cuenta Sesma.

Gracias a esta cantidad y a la sumada por las donaciones de los socios de la ONG y la gente que voluntariamente ha querido aportar algo, se consiguió finalizar la primera fase del proyecto. Aun así todavía queda pendiente la construcción de la 2º y 3º para las que falta financiación. No obstante, la parte principal está concluida y funciona a pleno rendimiento. "La nueva guardería, que tiene una superficie de 400 m2, cuenta con una sala principal de 127 m2, tres baños independientes, un lavabo y una ducha. Además cuenta con un muro externo que deja una zona de patio para los juegos de los pequeños", explica el director de la ONG.



FINANCIACIÓN

Ayuntamiento de Villava

La ayuda del Ayuntamiento de Villava fue tan importante, un 85% de la financiación se obtuvo gracias a él, que los propios lugareños quisieron dejar un recuerdo en la guardería en homenaje a esta colaboración. Por ello uno de los vecinos de la localidad realizó artesanalmente una placa en la que se hace referencia a la ONG, al Ayuntamiento de Villava y a la Agence Nationale, los tres organizadores de dicha obra. "Fue muy especial. Aunque es una placa sencilla fue hecha por un vecino del poblado que está en silla de ruedas, y que al vivir en una zona de arena no puede moverse de casa. Lo hizo con la mejor de las intenciones", señala Sesma. "También agradecemos la colaboración de Alfonso Alzugaray, arquitecto pamplonés que nos ayudó en la realización de los planos de la guardería", explica.

De cualquier forma, y a pesar de la ayuda que ellos hayan podido hacer llegar a la zona, todavía queda mucho por hacer. "Ahora tenemos tres proyectos en cartera, algunos esperando a ser llevados a cabo. El primero es la finalización de la guardería; el segundo es el apadrinamiento que hemos realizado de 16 niños de Senegal, que tienen edades comprendidas entre los 3 y los 16 años. Y por último, lo más urgente es el envío a Palmarín de un ecógrafo que ya tengo en mi poder y que fue donado por el Hospital Virgen del Camino", relata Sesma, quien también asegura que hace mucha falta "un todoterreno medicalizado que permita atender a las personas enfermas en esos terrenos arenosos, donde además la extensión de la zona es muy amplia".

Y es que tal y como cuenta el director de la ONG, las cosas que para nosotros son vitales, como por ejemplo tener electricidad, para ellos no lo son. "¿Porqué habría de serlo si nunca la han tenido?", reflexiona. Por eso, considera que lo más urgente es la sanidad y, sobre todo, la educación. "Darles una posibilidad de educarse es facilitarles que en un futuro tengan muchas más posibilidades de salir adelante", aclara. Por esta razón, no es de extrañar que lo que más les sorprendiera de la guardería a los habitantes del poblado fueran los suelos embaldosados y la posibilidad, por un lado, de tener baños separados de la sala principal y, por otro, de poseer una ducha. "Cuando vieron que iban a poder ducharse alucinaron", recuerda Sesma. "Era algo tan lejano para ellos que verlo hecho realidad les dejó mudos", afirma riendo.

Ironías de la vida, sin embargo, tienen móviles. "Es curioso que sea así. Les falta lo más elemental y, sin embargo, pueden comunicarse. Eso está muy bien teniendo en cuenta las distancias. Pero aun así saben que les falta lo más básico", sostiene Sesma."

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