viernes, 20 de abril de 2012

Concurso de relatos

Estamos preparando la 4 convocatoria del concurso de relato corto, en cuanto estén preparadas las bases las publicaremos. 

Os mostramos el ganador del 2011:

LA VIDA ES COMO UNA COCTELERA...
                                               ¿QUÉ CÓCTEL ERES TÚ?

El mundo se divide en dos clases de personas: las que, como Forrest Gump, dirían que… la vida es como una caja de bombones, nunca sabes cuál es el que te va a tocar; y aquellas otras que no dudarían en escoger el bombón a su gusto. Mientras unos navegan sin rumbo y sin saber a dónde les lleva el viento, otros deciden tomar el timón y hacer frente al destino.

Pero, ¿qué pasaría si la vida, en lugar de ser una caja de bombones, fuera una coctelera? En tal caso, lo mejor será dejar volar un poco la imaginación y ponernos en situación. Supongamos, pues, que cada cóctel representa un prototipo de persona y que cada ingrediente es un rasgo de carácter.

La base de todo combinado es la bebida alcohólica, la cual se podría perfectamente traducir en la personalidad que predomina. Pese a su sabor dominante, son en realidad el resto de ingredientes los que marcan la diferencia más importante entre un cóctel y otro. De esta manera, pueden darse infinidad de casos. Por ejemplo:

-          Un simple chorro de MIEL puede endulzar, en determinados momentos y circunstancias de la vida, el fuerte carácter de una persona. Mientras tanto, el zumo de un LIMÓN puede agriar el buen talente de otra.

-          Las briznas de algunas determinadas especias pueden cambiar por completo el sabor de una misma bebida. Pongamos por caso dos personas igualmente tímidas: una supera gran parte de su timidez gracias a su FUERZA DE VOLUNTAD (=canela) y la otra continúa viviendo retraída por culpa del MIEDO (=pimienta).

-          Una flor puede perfumar cada sorbo con tal de camuflar el fuerte olor del alcohol, lo que representaría, por un lado, el carácter que mostramos y, por otro, el que verdaderamente reservamos para la intimidad. 

En cuanto a la presentación de los cócteles conviene también hacer algunos matices. Las bebidas suaves, dulzonas, en ocasiones efervescentes y, además, presentadas en copas más delicadas suponen cierto grado de inocencia y delicadeza, lo cual denota una personalidad marcadamente más femenina. En cambio, los cócteles secos, fuertes y servidos en copas más comunes evocan una personalidad más varonil.

Llegados a este punto de la narración, cabría ahora proponer un experimento in situ. Si lo desean, aprovechen su estancia en el Hotel Pamplona Villava y siéntense cerca de la barra de la cafetería. A continuación, observen el aspecto y analicen los gestos que realizan los clientes que se acercan al camarero. Y, por último, procuren oír qué combinados piden. Con un poco de práctica y cierta habilidad, aprenderán a leer entre líneas porque, en este caso se trata únicamente de una bebida, pero mañana podría ser cualquier otra cosa. Si se fijan bien, los detalles y las elecciones que se toman en esta vida, aunque lo más habitual es que pasen desapercibidos, lo cierto es que suelen decir mucho de uno mismo.




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