Estamos preparando la 4 convocatoria del concurso de relato corto, en cuanto estén preparadas las bases las publicaremos.
Os mostramos el ganador del 2011:
LA
VIDA ES COMO UNA COCTELERA...
¿QUÉ
CÓCTEL ERES TÚ?
El mundo se
divide en dos clases de personas: las que, como Forrest Gump, dirían que… la vida
es como una caja de bombones, nunca
sabes cuál es el que te va a tocar; y aquellas otras que no dudarían en
escoger el bombón a su gusto. Mientras unos navegan sin rumbo y sin saber a
dónde les lleva el viento, otros deciden tomar el timón y hacer frente al
destino.
Pero, ¿qué
pasaría si la vida, en lugar de ser una caja de bombones, fuera una coctelera? En tal caso,
lo mejor será dejar volar un poco la imaginación y ponernos en situación.
Supongamos, pues, que cada cóctel representa un prototipo de persona y que cada
ingrediente es un rasgo de carácter.
La base de todo
combinado es la bebida alcohólica, la cual se podría perfectamente traducir en
la personalidad que predomina. Pese a su sabor dominante, son en realidad el
resto de ingredientes los que marcan
la diferencia más importante entre un cóctel y otro. De esta manera, pueden
darse infinidad de casos. Por ejemplo:
-
Un simple
chorro de MIEL puede endulzar, en determinados momentos y circunstancias de la
vida, el fuerte carácter de una persona. Mientras tanto, el zumo de un LIMÓN puede
agriar el buen talente de otra.
-
Las
briznas de algunas determinadas especias pueden cambiar por completo el sabor
de una misma bebida. Pongamos por caso dos personas igualmente tímidas: una
supera gran parte de su timidez gracias a su FUERZA DE VOLUNTAD (=canela) y la
otra continúa viviendo retraída por culpa del MIEDO (=pimienta).
-
Una flor
puede perfumar cada sorbo con tal de camuflar el fuerte olor del alcohol, lo
que representaría, por un lado, el carácter que mostramos y, por otro, el que
verdaderamente reservamos para la intimidad.
En cuanto a la presentación
de los cócteles conviene también hacer algunos matices. Las bebidas suaves,
dulzonas, en ocasiones efervescentes y, además, presentadas en copas más
delicadas suponen cierto grado de inocencia y delicadeza, lo cual denota una
personalidad marcadamente más femenina. En cambio, los cócteles secos, fuertes
y servidos en copas más comunes evocan una personalidad más varonil.
Llegados a este punto de la
narración, cabría ahora proponer un experimento in situ. Si lo desean, aprovechen su estancia en el Hotel Pamplona Villava y siéntense
cerca de la barra de la cafetería. A continuación, observen el aspecto y analicen
los gestos que realizan los clientes que se acercan al camarero. Y, por último,
procuren oír qué combinados piden. Con un poco de práctica y cierta habilidad,
aprenderán a leer entre líneas porque, en este caso se trata únicamente de una
bebida, pero mañana podría ser cualquier otra cosa. Si se fijan bien, los
detalles y las elecciones que se toman en esta vida, aunque lo más habitual es
que pasen desapercibidos, lo cierto es que suelen decir mucho de uno mismo.
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